Arrastrando las valijas...

viernes, 9 de enero de 2015

Londres



Big Ben, London Eye, Notting Hill y “fish and chips”…


La primera vez que estuvimos en Londres fue en nuestro primer viaje a Europa, en el año 1998, fueron solo dos días pero suficientes para querer volver, y así lo hicimos… dos veces más!!
En ese entonces llegamos a Londres desde el Distrito de los Lagos en el norte de Inglaterra y lo hicimos en tren. Nos alojamos en un hotel muy cerca del Hyde Park. Era un sábado y el lunes viajábamos a Grecia, así que en cuanto nos instalamos salimos a recorrer… había que aprovechar el poco tiempo en esta ciudad.
¿Qué es lo primero que hay que conocer? ¿Cuál es el lugar más emblemático? Sí, el Tower Bridge o Puente de la Torre, puente levadizo que cruza el Río Támesis entre el Área City of London y Southwark y que fue construido en 1894, habitualmente es mal llamado Puente de Londres, pero el verdadero es el siguiente, situado río arriba. Otro emblema de la ciudad es la Torre de Londres, muy cercana al puente, complejo de edificios considerado oficialmente Palacio Real y Fortaleza de su Majestad, fundada en 1066 y que antiguamente fue una prisión donde encerraban a todos aquellos que ofendieran al monarca de turno. Hoy es un lugar de atracción turística y donde se guardan las joyas de la corona inglesa.
En el Puente de la Torre
La Torre de Londres
Nota: Para aumentar el tamaño de las fotos clickear sobre ellas. 
El día no dio para más… Pero llegó el domingo 17 de mayo y temprano tomamos un Tour Panorámico por la ciudad con guía en español que durante tres horas nos llevó a recorrer los lugares más típicos que en un primer viaje a Londres es necesario conocer. Nos dejó en el Palacio de Buckingham, sede de la monarquía inglesa y residencia de los reyes.
Frente al Palacio de Buckingham
Como era domingo al mediodía, pudimos presenciar el tradicional cambio de guardia, que constituye una colorida ceremonia seguida por cientos de personas.
Banda Real que precede a los guardias
Guardias reales con sus típicos gorros de visón
Luego de almorzar una pizza en un restaurante italiano y de caminar por la Oxford Street, tomamos otro tour hacia el Palacio de Windsor, a unos 30 km de Londres, que es donde pasan los fines de semana la Reina y su familia.
Se puede recorrer por dentro pero solo en determinadas dependencias que no incluyen las utilizadas por la familia real, que en ese momento estaban allí, ya que en lo alto de un mástil flameaba una bandera que así lo indicaba.
Palacio de Windsor
Si está la bandera, está la Reina
Regresamos a las 18:00 y como el día era espléndido, soleado y con calor, visitamos el Kensington Gardens, lindante con el Hyde Park. Así fue como conocimos el Palacio de Kensington, donde vivió la Princesa Diana y donde en ese momento vivía la princesa Margarita, hermana de la Reina Isabel. Todavía en sus rejas la gente dejaba ofrendas florales por Lady Di. Hoy es la residencia de los Duques de Cambridge, Catalina y Guillermo, hijo de Diana.
Frente al Palacio de Kensington
Descansando en el Hyde Park
Así terminó nuestro primer encuentro con Londres…


Volvimos unos años más tarde, en agosto de 2001, en un vuelo de British Airways y en Club World!!, solo por gentileza de la aerolínea al hacer el check in, un regalo inesperado... Llegamos al Aeropuerto de Gatwick a las 6:00 am y mediante combinaciones del underground bajamos en la estación de Kew Gardens, en las afueras de Londres, en el lado suroeste de la ciudad, un barrio residencial, con las típicas casitas inglesas y donde habíamos alquilado un departamento.
Estación Kew Gardens
Típica calle en Kew
Eran las 8:00 de la mañana y domingo… todo el mundo dormía… silencio absoluto en el barrio… solo nosotros arrastrando las valijas y haciendo un ruido infernal…
Una desinteligencia involuntaria había provocado que el departamento alquilado no estuviera listo y que recién el miércoles pudiéramos habitarlo… pero esto se solucionó rápidamente, la encargada, con la habitual cordialidad inglesa, nos instaló provisoriamente en otro más grande ubicado un poco más lejos, en Richmond, nos pidió un taxi que nos llevó hasta el lugar, otro barrio residencial. ¡El departamento espectacular! Allí estaríamos hasta el miércoles cuando nos mudaríamos al de Kew.
Richmond
Luego de ubicarnos y descansar un poco, en unos 10-15 minutos de caminata, como evalúan las distancias en Inglaterra, llegamos a la estación de Richmond, donde tomamos el tren hasta el centro de Londres, a unos 25 minutos de viaje. Nos dirigimos a Covent Garden, una zona que se caracteriza por los artistas callejeros, los bares, restaurantes y el mercado que hizo famoso a este barrio. Este mercado fue creado en 1660 y remodelado en distintas épocas, hoy se encuentran en él diversas tiendas de artesanos, así como de marcas reconocidas y por supuesto muchos bares y lugares de esparcimiento, incluyendo a músicos, cantantes, acróbatas, etc.
En Covent Garden
Otro aspecto de Covent Garden
Desde allí y luego de almorzar caminamos, a pesar de la lluvia, hasta el centro neurálgico de Londres, Piccadilly Circus, recorriendo un poco la zona.
Piccadilly Circus
Discoteca Empire en Leicester Square




Nos volvimos a Richmond a cenar en nuestro provisorio pero espectacular departamento.
Al día siguiente, al comenzar nuestro recorrido, confundimos el bus y en lugar de dirigirnos al centro terminamos en otra zona en las afueras de Londres, Kingston, ubicada al sudoeste y muy hermosa. Retomamos el rumbo y en tren llegamos a la estación de Waterloo, enorme, moderna, impecable…
Waterloo Station
Como muy cerca de allí se encuentra el London Eye, que había sido recientemente inaugurado, para allá fuimos… Es una enorme “vuelta al mundo”, que se encuentra a orillas del Támesis, con 32 cápsulas totalmente vidriadas que giran lentamente y con una capacidad cada una de aproximadamente 25 personas. Desde allí se pueden observar unas vistas maravillosas de la ciudad. La vuelta tarda unos 30 minutos, mucho menos de lo que se tarda en la fila para poder acceder a la rueda. Ese día, lunes 27 de agosto, la cantidad de gente era muchísima ya que era día festivo en Inglaterra y no se trabajaba.
Una cápsula del London Eye
Big Ben, Parlamento y Westminster Bridge desde el London Eye
Luego de observar el imponente y famoso Big Ben junto al enorme y majestuoso edificio neogótico del Parlamento, desde el County Hall o Salón Condal, donde hay una exposición permanente de Dalí y otra serie de atracciones, cruzamos el Támesis por el Puente de Westminster.
Multitud en County Hall
Muy cerca se encuentra la célebre Abadía de Westminster, de credo anglicano, donde se coronan a los reyes, donde se realizan los funerales de la nobleza, donde están las tumbas de muchos monarcas y personalidades públicas, desde estadistas a poetas, etc. Imponente por fuera y por dentro. Nos llamó la atención y nos impactó la costumbre que tienen de que cada hora se haga un minuto de recogimiento, dedicado a la oración íntima, todos los visitantes permanecen quietos y en silencio, respetando ese minuto, verdaderamente fue emocionante…
Abadía de Westminster
Entrada principal a la Abadía




A muy corta distancia de allí se encuentra la Catedral de la Preciosísima Sangre de Cristo de Westminster que es el templo principal de la iglesia Católica en Inglaterra y Gales y la iglesia metropolitana y catedral de la arquidiócesis de Westminster.
Catedral de Westminster












Seguimos por el St James’s Park, uno de los tantos parques, todos hermosos, que tiene la ciudad, con ese maravilloso césped inglés tan parejito que parece una alfombra y con miles de flores de todos colores…
En el St James's Park
Allí almorzamos en una especie de recreo al aire libre, para luego seguir caminando. Nuevamente volvimos al centro de la ciudad, Piccadilly Circus, al Britain Visitor Centre, lugar imperdible para informarse, retirar folletería, planos, etc.
Caminamos por la comercial Regent Street, realizando una que otra comprita y así llegamos a Oxford Circus, un área de Londres en la intersección de Regent Street y Oxford Street. Se le llama "circus" porque se refiere a un espacio circular abierto en una intersección de calles. Desde allí por metro nos dirigimos a Notting Hill, típica zona de Londres donde desde 1966 se celebra en ese día, 27 de agosto, el Carnaval de Notting Hill, de muchísima fama en toda Europa y que congrega a toda la comunidad latina, especialmente a jamaiquinos. Impresionante la cantidad de gente, muchos disfrazados, bailando en la calle, con desfile de carrozas y mucha pero mucha cerveza… también mucha policía…
Tradicional Carnaval de Notting Hill
Pub en Notting Hill
Disfrutamos el momento, agradeciendo a la casualidad que nos hizo coincidir ese día en Londres.
Debido a la gran aglomeración había estaciones del underground cerradas, así que nos tomamos uno de los típicos bus rojos antiguos de dos pisos, que nos llevó al centro y desde allí en metro hasta Richmond… agotados por un día agitado…
El martes  28 de agosto de mañana hicimos un recorrido por la ciudad en el popular London Sightseeing, típico bus turístico en el cual uno se puede bajar y volver a subir en las paradas que desee. Lo tomamos en la estación Victoria, otra espectacular estación y una de las más importantes de Londres. Frente a ella se encuentra el célebre Teatro Victoria Palace.
Teatro Victoria Palace
Nuestra primera parada fue en Whitehall, una de las principales arterias que une la Plaza del Parlamento con la Plaza de Trafalgar. Sobre esta calle está la Horse Guards, los guardias reales a caballo, y muy cerca el 10 de Downing Street, residencia del Primer Ministro, en ese momento Tony Blair. Ésta es una pequeña calle que ya no está abierta al público, cerrada por ambos extremos por puertas enrejadas, así que solo desde allí se puede apreciar la entrada a la casa.
Esquema de Whitehall
Edificio de la Guardia Montada (Horse Guards) en Whitehall
Seguimos caminando hasta llegar a la Plaza de Trafalgar, con la inconfundible Columna de Nelson y sus fuentes con leones inmensos, desde allí al Barrio Chino, Charing Cross y alrededores.
Trafalgar Square






A continuación decidimos visitar el famoso Museo Británico, fundado en 1753 y el más antiguo del mundo. Es enorme, imposible recorrerlo todo. Con un hall de entrada espectacular y con varios pisos conteniendo las reliquias de las distintas culturas y lugares del mundo. Imponente la sala de lectura circular de su biblioteca.
Museo Británico
Sala de lectura de la Biblioteca del Museo Británico
Retomamos nuestro recorrido en el bus turístico esta vez por la zona de Camden, la estación de trenes de St Pancras, que es internacional y de donde parten los trenes a París, cruzando el Canal de la Mancha y el área de King’s Cross, con su estación, también muy importante.
Miércoles 29 de agosto. De mañana salimos a caminar por el centro de Londres, pasando por la Leicester Square y por la zona universitaria, Bloomsbury, dominada por el Museo Británico, donde hay una gran cantidad de librerías y de centros universitarios, conocimos la Universidad de Londres, la Facultad de Abogacía (en realidad se llama de Leyes) y la de Farmacia, justo enfrente de ella se encuentra una de las plazas de la zona, la Russell Square Gardens. La gente aprovecha estas plazas y parques para almorzar y descansar, eso sí, dejan todo impecable, no se ve nada tirado ni sucio. Tampoco hay prohibición de pisar el césped y sin embargo se lo ve siempre verde y parejito: impecable!
En Leicester Square
Pub típico







Universidad de Londres














Luego de almorzar frente a la Facultad de Leyes, regresamos a Richmond pues a la tarde debíamos mudarnos al departamento de Kew, que en realidad era una típica casita inglesa con un jardín enorme y muy cerca de la estación de Kew Gardens, nuestro nuevo punto de partida para el centro.
Luego de instalarnos fuimos a recorrer la zona y su pequeño centro comercial y a comprar los comestibles para la cena de esa noche.
A la mañana siguiente decidimos conocer el tradicional Museo de Cera de Madame Tussaud’s, ubicado en la zona de Marylebone, muy cerca de la estación del underground de Baker Street. Zona conocida por la filmación en ella de la película de los Beatles en 1964, “A Hard´s Day Night”, (“Anochecer de un día Agitado”) y por ser el ambiente en donde se movía Sherlock Holmes, personaje creado en 1887 por el escritor escocés sir Arthur Conan Doyle, aquel inolvidable detective inglés de finales del siglo XIX, que se destacaba por su inteligencia, su hábil uso de la observación y el razonamiento deductivo para resolver casos difíciles. Una estatua en la zona, justo a la salida del underground, lo recuerda.
Sherlock Holmes en Baker Street
Luego de una espera interminable para entrar en el Museo, lo logramos!!, nos gustó mucho, está excelente, llega un momento que se te confunden los personajes en cera y las personas reales…
Roberto y Mandela

The Beatles!!











Dentro del Museo también existe un trencito compuesto de tradicionales taxis negros, que recorren el llamado “Espíritu de Londres”, con escenas de todas las épocas. Interesante y recomendable.
A la salida del Museo fuimos en metro a South Kensington, para conocer otros museos, ya que en esta zona hay varios. Conocimos el Museo de Historia Natural:
En la entrada del Museo de Historia Natural
Otros de las proximidades son el Victoria and Albert Museum, de diseño y decoración, el Museo de Ciencias, el de Instrumentos y se termina el recorrido por esta zona en el Royal Albert Hall, un teatro inaugurado en 1870, frente al Kensington Gardens y al Albert Memorial, un inmenso monumento al príncipe Alberto.
Royal Albert Hall
Albert Memorial









Caminamos por el parque y sus alrededores, zona de numerosas embajadas y edificios elegantes y señoriales, hasta llegar a las tradicionales Tiendas Harrods, enorme, imposible de recorrer toda e imposible de comprar nada…
El viernes 31 de agosto viajamos a conocer York, ida y vuelta en el día, una ciudad que se encuentra a unos 335 km de Londres, 2 horas en tren y cuya descripción la dejo para una futura entrada.
Ultimo día en Londres: sábado 1 de septiembre, de mañana comenzamos haciendo una caminata por la ribera sur del Támesis a la altura de Southwark. Para ello nos bajamos del underground en Blackfriars, cruzamos el río por el Blackfriars Bridge, pasando por la Tate Modern, una galería de arte recientemente inaugurada, por el Shakespeare’s Globe Theatre, que es el remodelado teatro de Shakespeare, idéntico al original y por Vinopolis, donde se explica la historia de los distintos tipos de vinos del mundo.
Blackfriars Bridge
St Paul's Cathedral y el Puente del Milenio
Shakespeare's Globe Theatre
Volvimos a cruzar el río pero esta vez por el London Bridge, pasando por un monumento en memoria del gran incendio que en 1666 destruyó gran parte de la ciudad.
Monumento al incendio de 1666



Así llegamos a la estación de trenes Tower Gateway, de donde parte el Docklands Light Railway, un tren que recorre toda la zona del Docklands, zona portuaria recuperada y con edificios supermodernos. Nos tomamos uno de esos trenes hasta Greenwich, la del meridiano…
Greenwich. En ese pub almorzamos
Una vez allí y luego de almorzar en un típico pub, subimos hacia el Parque de Greenwich, donde está el Observatorio con el meridiano que separa el oeste del este y la hora de referencia mundial.
Observatorio Real



Recorrimos un poco la zona, sobre todo uno de los clásicos mercados al aire libre, donde se pueden encontrar antigüedades, libros, artesanías, etc.
Volvimos a Londres en el mismo tren y luego por metro regresamos a Kew para conocer el Royal Botanic Gardens Kew, muy cerca de la estación. Es enorme y espectacular, existen en él cerca de 40.000 variedades de plantas de todo el mundo, con invernaderos inmensos, césped muy cuidado, lagos, cisnes, ardillas, etc.
Espectaculares Jardines Reales en Kew
Nos quedamos allí disfrutando de la paz que transmitía el lugar, para luego volver a nuestra casa a preparar los bártulos pues al día siguiente bien temprano partíamos de Londres…


Dicen que no hay 2 sin 3… Y así fue… En 2012 volvimos a Londres. Nuestro viaje estuvo planificado en base a los Juegos Olímpicos que se desarrollaron en Londres, en agosto de ese año. Fueron solamente cinco días, contando el de llegada, que prácticamente lo invertimos en ubicarnos en el departamento que habíamos alquilado en el Camden, en un edificio típico de la zona con vistas a un jardín en el corazón de la manzana.
La vista desde la ventana del departamento
Barrio donde estaba el departamento
Dos días fueron dedicados a los Juegos Olímpicos, una experiencia impresionante!!
En los dos días restantes, recorrimos lugares que ya conocíamos pero que merecían que volviéramos.
El sábado 4 de agosto recorrimos Notting Hill, esta vez sin Carnaval jamaiquino, disfrutamos del tradicional mercado callejero en la Portobello Road, un espectáculo imposible de no conocer cuando se está en Londres.
Portobello Road
Clásico negocio en el mercado
Un aspecto del Mercado en Notting Hill
Es un barrio hermoso con sus casas iguales, pintadas con alegres colores:
Coloridas casitas en Notting Hill
Con grupos musicales en sus calles, con infinidad de pubs, en uno de los cuales almorzamos:
Espiando a los músicos
Esquina donde almorzamos, cantante y personajes estrafalarios
Luego recorrimos la zona, que alejándonos del mercado y sus alrededores, se transforma en un barrio más residencial, con edificios muy elegantes:
Una señorial avenida
De allí y en el underground llegamos al Puente de la Torre, recorrimos todo el lugar, hermoso y lleno de gente…
El Puente de la Torre con el símbolo de los Juegos Olímpicos
Galería sobre el Támesis
Otra vista del Puente con los 5 anillos olímpicos
Histórico edificio: Torre de Londres






Otra vista del Puente














 













Tomamos un cafecito a la orillas del Támesis y hasta nos sacamos una foto con un grupo de policías de muy buena onda!!
Simpáticos los Police
Regresamos agotados al departamento de tanto caminar…
El domingo era nuestro último día en Londres y amaneció lluvioso, pero, como siempre digo: no hay lluvia que nos detenga…
Luego de desayunar en el departamento abundantemente, nos aprestamos para salir. Debemos caminar unos 15 minutos hasta el underground de la Finchley Road Station o tomar un bus justo en la puerta del departamento que nos ahorra la caminata pero que nos consume unos £ 2,40 por persona, ya que el transporte en Londres no es económico. Así que caminamos…
Nos bajamos del underground en la Westminster Station y nos encontramos con que por allí pasaba una de las maratones femeninas de los Juegos Olímpicos, por ello había un mundo de gente, pero fue muy agradable presenciar por un rato el paso de las competidoras.
Maratón femenina por las calles de Londres
La Abadía de Westminster estaba cerrada, solo habilitado el sector de los claustros, que recorrimos y por supuesto apreciamos desde el exterior esa inmensa y hermosa catedral, así como el Big Ben y el Parlamento inglés, tan majestuoso e imponente.
Parlamento Inglés
Decidimos dar una vuelta en el London Eye, que como ya relaté la habíamos conocido en el 2001, pero nos atrae repetir experiencias que nos han impactado.
Frente al Big Ben y el London Eye
Luego almorzamos algo… por lo general terminamos con los célebres “fish and chips”, tan populares pero sabrosos:
Ríquisimo Fish and Chips
El clima había mejorado, ya no llovía y estaba agradable para caminar. En esa zona había muchos espectáculos callejeros, mimos, estatuas vivientes, cantantes y ese mundo de gente que va y viene de aquí para allá…
Así, caminando y caminando llegamos a Covent Garden, tan imponente y divertido como lo recordaba. Muchos negocios, restaurantes, pubs, artistas, etc. Nos encantó un grupo de cuatro violines y un violoncelo que interpretaban a Vivaldi y Bach y con humor…
En el Covent Garden, con los violines al fondo

Y así fue terminando el día y nuevamente a preparar las valijas para partir a Sicilia… proximamente en este blog…